Con asistencia de más de 35 adultos y chiquillería de todas las edades, con Morodito de apenas unas semanas como más joven representante.
Con un menú superior y tras los aperitivos de rigor, nuestro gran chef chino se supera con dos paellas inmensas y excelentes que fueron liquidadas en menos de lo que les dura a algunos un balón en las manos. Chino, felicidades, porque estaban buenas de verdad.




Como comentario final, decir que si entrenáramos como comimos, no nos ganarían ni los all blacks.
Muchas gracias a todos, especialmente a los mencionados como cocineros y a Jacinto por su generosidad al dejarnos una vez más las instalaciones.
Muchas gracias a todos, especialmente a los mencionados como cocineros y a Jacinto por su generosidad al dejarnos una vez más las instalaciones.
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