Este pasado sábado nueve de marzo se volvieron a unir los equipos de Soto y Derecho (Sotoderecho), esta vez contra los
incombustibles Lions. Jugamos en casa en un día magnífico. A pesar de las lluvias del fin de semana, tuvimos una ventana de Sol justo para disputar el partido gracias a Carlos Huguet, que nuevamente
nos demostró ser capaz de organizarlo todo de la mejor manera, hasta el tiempo. El partido no fue exactamente de veteranos, pues ambos equipos pusieron a sus jóvenes a correr en las líneas de tres cuartos. Salvo las melés pactadas, el resto de las reglas de rugby 15. Así es que entre las carreras de los jóvenes y patadas hacia un lado y hacia otro, nos “jartamos” de correr. Primer tiempo igualadísimo. En el último minuto Lios ensaya bajo palos y transforma. Descanso de cinco minutos. Parecía como si con el cambio de campo ahora nos tocase ir cuesta arriba. Todo el esfuerzo de la primera parte se deja notar en la segunda. Uno tras otro Lions van consiguiendo ensayos. Hasta tres más. A pesar de eso, y gracias a la combinación de jóvenes y veteranos, el partido no puede ser más emocionante, divertido y deportivo. Buenas maneras en ambos equipos. A pesar de eso Son, el irlandés de Soto, sufre una dolorosa lesión por un fuerte golpe en un costado, que le obliga a ser retirado del campo en ambulancia. Sin embargo, a las dos horas reaparece milagrosamente en el Hotel Prado, dónde se celebraba el pantagruélico tercer tiempo. Parece que tras recibir un chute de Nolotil se le abrió el apetito, y se fue al olor de la fabada, paella, croquetas, albóndigas y demás viandas que nos habían preparo bajo el encargo del presi de los Sotosaurios: ¡grande Carlitos, cómo te porta s cada vez que vamos a tu pueblo! Y allí se quedó con todos sus amigos en tarde de Seis Naciones. Así que lo peor del día: la derrota humillante de nuestra selección ¡hay que ver cómo estamos!
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