Rugby weekend

Y allí estuvimos. En Donosti con unas temperaturas primaverales, mucha sidra, y mucho rugby, y formando una expedición de más de treinta, entre hombres, mujeres y jabatos.
El primer evento conjunto fue la cena del viernes en la sidrería de Usurbil que había organizado Topo. Después del gran éxito culinario, que dejó imágenes al estilo National Geografic con Pedrusco mordisqueando los huesos del chuletón, la cena se convirtió en una auténtica batalla de humoristas. Primero comenzó el citado Pedrusco, que entre mordisco y mordisco al hueso, contaba chistes como un Kalashnikov. Después tuvo su réplica en los jóvenes mozos de Topete y Chinito, y para finalizar se enzarzaron Piñu y Chino Sr., cuyos chistes de "mujeres contorsionistas" y "manzana de olores" fueron los más celebrados.
El segundo gran evento fue el Tocata Beach de la mañana del sábado. En plena playa de La Concha dimos espectáculo sin parangón que suscitó mucho público. El sudoroso ejercicio terminó con un baño en el Cantábrico bien ganado.
Después de la ducha nos fuimos de potes por Lo Viejo y entre zuritos y pintxos comimos.
Desde allí un paseo hasta Anoeta rodeados de vasco-franceses y algunos galeses, con un ambiente impresionante. Mucha Ikurriña y ninguna bandera tricolor.
Y llegó el "match". Y vaya partido. Qué primera parte más dinámica sin apenas patadas y jugándo todo a la mano. La segunda fue algo más estática, aunque lo ajustado del tanteo mantenía la tensión entre los 26.000 que estábamos allí. 29 a 28 ganó el BOPV a los galeses del Ospreys, aunque podía perfectamente acabado al revés. Una mejor delantera y una gran defensa francesas, frente a una línea de ensueño y un apertura galés que falló el drop de la victoria con el tiempo ya cumplido. El único pero fue el comportamiento de los aficionados del Biarritz cuando pateaban a palos los Ospreys. Todo terminó con una saludada vuelta al ruedo de los galos, que a pesar de ir de auténticos euskaldunes, desfilan al son de castizos pasodobles. Manda eggs.
La noche del sábado terminó con otra cena sidrera organizada esta vez por Antxon en los prolegómenos de su cumpleaños. Estupenda de nuevo, aunque esta vez más tranquila que la anterior (se notaba el cansancio acumulado).
Al día siguiente algunos visitamos el Aquarium antes de marchar a Madrid (básicamente los que viajamos con niños pequeños).
En esta pequeña crónica he omitido las noticias sobre salidas y andanzas nocturnas por absoluto desconocimiento, ya que yo acudí con dos enanos. Ahora bien, éstas existieron, pero no se yo el que las descubra. El caso es que al entreno de la Concha no faltó nadie, bueno salvo uno que llegó muy tarde ....

En definitiva un éxito de escapada rugbística, y gracias a todos los que han colaborado en hacerla posible, especialmente Sherpa y Julen, con la ayuda organizativa de Topo y Antxon.

Hasta la próxima. Por cierto, el primer fin de semana de Mayo son las semis de la Heineken y el BOPV vuelve a jugar en San Sebastián. Esta vez contra el gran Munster. Casi nada....

ZUBI